jueves, 30 de junio de 2016

¿A TU HIJO O HIJA LE CUESTA HACER AMIGOS?


 Últimamente, he recibido diferentes emails de padres que estaban preocupados por el mismo tema. La cuestión de hoy es, qué debemos hacer cuando a tu hijo o hija, le cuesta relacionarse con otros chicos o chicas de su edad y en consecuencia, hacer amigos. Es normal alarmarse cuando ves que tu hijo pasa mucho tiempo solo y no se relaciona, pero lo cierto es, que es un problema muy común.

 Cuando un chico tiene dificultades para relacionarse con otros chicos de la misma edad, el origen de este comportamiento puede ser debido a muchísimos factores. 

 En ocasiones, se puede deber a problemas de aprendizaje o con el lenguaje, en otros casos puede ser que no se sienta aceptado, puede que sea excluido socialmente por el maestro o sus compañeros o simplemente que no se sienta ubicado en su entorno.

 A edades tempranas, las amistades son más inestables, a diferencia de cuando se alcanza la edad adulta. La socialización de los niños es muy importante por su influencia en su desarrollo posterior. No es necesario que un niño esté siempre rodeado de niños, en ocasiones, debe ser capaz de jugar solo, pero si nunca quiere jugar con otros niños, es cuando tenemos un problema.

 Los problemas para relacionarse en los niños, pueden afectarles padeciendo una baja autoestima y una escasa confianza en sí mismos. La cuestión que nos planteamos es, cómo reaccionamos en estos casos y cómo podemos ayudarle. Lo importante, a la hora de intentar ayudarle a que se relacione con otros niños, es hacerlo poco a poco y que no se sienta forzado, haciendo que vea que hacer amistades es algo sencillo y agradable.

 Cuando un niño tiene unos padres que le aportan cariño, dándole confianza y seguridad, se establecen unas bases firmes para que se desarrolle su capacidad para establecer sus primeros contactos sociales.

 El primer paso debe ser, hablar con el profesor de su hijo, para que este intente incluirlo y hacerle partícipe de actividades dinámicas y juegos en grupo, intentado que interactue con los compañeros más afines a él, es decir chicos que tengan más cosas en común con él y que además tengan facilidad para hacer amigos.

 Otra opción, para combatir el aislamiento de tu hijo y la dificultad para hacer amigos, es organizar eventos donde se relacione con otros chicos, como por ejemplo fiestas de cumpleaños o fiestas de pijamas. Al estar en su territorio se sentirá más confiado para relacionarse, intenta que parezca todo muy espontáneo. Lo mejor es que sean pocos amigos para que sea más fácil que interactuen entre ellos y debes elegir a los más afines a él. Por ejemplo, llevar golosinas a clase el día de su cumpleaños e invitar a una fiesta en casa a algunos chicos, hará que aumente su popularidad y su atuoestima.

 Se debería estudiar también la situación familiar, es decir, ver si es hijo único, si tiene hermanos y la diferencia de edad. Intentando que haya más interacción entre ellos.

 Se le debe elogiar cuando tenga conductas adecuadas y sobre todo a aquellas amistades que sean apropiadas, para hacerle sentir más seguro. Premiarle y elogiarle cuando tenga la conducta apropiada y se socialice, ayuda mucho a que la conducta se vuelva a repetir. Pero nunca lo obligues, intenta que siempre parezca una situación espontanea y casual. Si fomentas su autoestima, se sentirá más seguro a la hora de relacionarse.

 Es importante que no lo fuerces, sino que lo dejes a su ritmo, pero siempre vigilando que esto no se convierta en un problema.

 Como siempre, si queremos que nuestro hijo tenga buenas actitudes, hay que dar ejemplo, ya que repetirán las conductas que vean en nosotros mismos. Seamos amables y sociales diariamente con las personas de nuestro entorno, si pretendemos que nuestros hijos sean seres sociales y amistosos.

 Intenta ayudar a tu hijo a acercarse a otros niños que estén jugando, explicándole que simplemente debe llegar y preguntar, ¿Puedo jugar? o aprender a compartir los juguetes para socializarse. Intenta averiguar porque se aísla, puede ser que en algún momento se haya sentido rechazado y tenga miedo de volver a sentirse así. Tu hijo está descubriendo emociones y debe aprender que es totalmente normal que un día se sienta rechazado porque no le hayan dejado jugar y le hayan excluido, pero que eso no va a ocurrir siempre.

 Seguro que tu hijo, alguna vez a salido del colegio con el ceño fruncido porque otros chicos no han querido jugar con él. A partir de los 6 años, los niños empiezan a seleccionar a sus amistades y a partir de este momento, comenzará a descubrir nuevas emociones, tanto positivas como negativas. Lo cual no es malo, porque estas emociones ayudan a forjar la personalidad. Esto es totalmente normal, pero hay que estar pendientes de que no se aislen por este motivo.

 Si esto se convierte en un problema, puedes ayudarle acercándote con el a un grupo de niños y entablando una conversación, ya sea en el parque, en la playa o en la piscina. Preguntarles a que están jugando por ejemplo e incorporando a tu hijo en la conversación, para que vea lo fácil que es integrarse en un grupo. Recuerda que siempre para tu hijo, serás un modelo del que aprender. Esto hará que sea el quien se acerque a jugar con otros niños, ya que en ocasiones, los niños están inmersos en el juego y no se dan cuenta de que hay un niño aislado a quien le gustaría jugar también.

 Puedes proponer a tu hijo juegos nuevos y darle ideas, para que se acerque a otros chicos del colegio y les proponga jugar a algo diferente. Ponle además algunas galletas de más para la hora del recreo, así puede ofrecer a los compañeros y tener la oportunidad de empezar una conversación para relacionarse con otros niños y jugar con ellos. Deja claro a tu hijo para que no se sienta rechazado sin motivo, que en ocasiones, otros niños pueden simplemente no tener ganas de jugar.

 Puede ser también que tu hijo aún no sea lo suficientemente maduro para entablar relaciones y que simplemente necesite tiempo. En este caso solo es cuestión de tiempo que tu hijo empiece a hacer amigos.

 No lo clasifiques de tímido y vergonzoso, pensando que ya hará amigos, sino intenta aplicar estos consejos. Si tu hijo no tiene amigos no sientas pena, simplemente actúa. 

 Si con todos estos consejos ves que no consigues nada o percibes algún comportamiento que se sale de lo habitual, no dudes en acudir a un especialista para que haga una evaluación de la situación y te ayude a poner remedio.

 Envía tus consultas a pedagogíadehoy@gmail.com y te responderé lo antes posible. Si deseas contar una situación que has vivido relacionada con este tema y que has resuelto de una ingeniosa manera, porque piensas que puede ayudar a otros padres, no dudes en hacerlo también. 





martes, 14 de junio de 2016

EL AMIGO IMAGINARIO


 El tema de hoy, va dedicado a Pedro y Alba, dos padres y lectores, preocupados por la conducta que su hija ha desarrollado desde hace unos días. Igual que ellos, tu también puedes enviar tu consulta a pedagogiadehoy@gmail.com e intentaré resolver tus inquietudes en el menor tiempo posible. La consulta es la siguiente:


 Estimada Carmen,

 Antes de nada comentarte que nos encanta tu blog. Ha sido muy útil para nosotros el post sobre cuando los hijos no quieren bañarse, pues estábamos encontrando dificultades con este tema. Pero el motivo por el que estamos preocupados ahora y recurrimos a ti, es porque desde hace un mes, hemos notado que nuestra hija de 8 años, tiene un amigo imaginario. Al principio no le dimos importancia porque pensábamos que se le olvidaría pero vemos que sigue con este juego y comienza a preocuparnos que se vuelva una obsesión. ¿Debe esto preocuparnos?

Gracias.

Atentamente te saludan, 

Pedro y Alba.


 Queridos Pedro y Alba, lo primero agradeceros vuestro interés en mi blog y lo siguiente, deciros que mantengáis la calma, no hay porque preocuparse. La mayor parte de los niños, alguna vez han tenido un amigo imaginario.

 Un amigo imaginario es un personaje que un niño o niña inventa, normalmente con una finalidad lúdica, es decir que suele ser simplemente un juego. La aparición del amigo imaginario se da lugar en la infancia y en ocasiones perdura hasta la adolescencia. Mientras sea solamente un juego, no hay motivos para preocuparse. Solamente deberían preocuparse en el caso de que el niño o niña se aferre a su amigo imaginario de tal manera que le impida desarrollar su vida de una manera normal, como realizar sus tareas, relacionarse con niños reales o desarrolle un comportamiento violento. Solo en estos casos, será necesario solicitar ayuda a un especialista.




  En ocasiones los padres se asustan y piensan que su hijo tiene problemas mentales o está viviendo un suceso paranormal. No os alarméis, porque esto es muy normal y no hay que buscar muchas explicaciones. Los amigos imaginarios del mismo modo que llegan, desaparecen cualquier día. Cuando tu hijo desarrolle algunas funciones de la inteligencia y la lógica, diferenciando la vida real de la fantasía, su amigo imaginario se marchará por si solo.

 Dicen algunos expertos, que los niños que están rodeados de adultos habitualmente y crecen con escasa presencia de niños de la misma edad, tienen más tendencia a tener un amigo imaginario, pero no hay un perfil descrito. Otros expertos dicen que los niños sensibles o con mucha imaginación tienden a tenerlo también. Existen diversas explicaciones pero realmente, sea cual sea la explicación, está claro que solamente es un juego.

 ¿Cómo actuar? ¿Le digo que su amigo no existe? ¿Le sigo la corriente? ¿lo ignoro y no le doy importancia? Ni lo rechaces, ni lo ignores. Actúa de una manera natural.

 En ningún caso le hagas sentir que queda en ridículo ni le digas que está mintiendo. Puedes participar en su juego pero sin pasarte, es decir con ciertos límites. No les digas directamente que te está engañando, pero hazle ver que estáis jugando. Así se establece una complicidad entre vosotros y le ayudas a entrar y salir de su fantasía más fácilmente.

 Todos los niños han cogido a un osito o un muñeco y lo han sentado a la mesa a comer o lo han acostado para dormir, jugando como si viviese de verdad, es decir mezclando la realidad y la fantasía. Pues esto es lo mismo, solo que en vez de jugar con un juguete físico, juegan con una persona que han imaginado.

 Solamente debes cuidar algunos aspectos como por ejemplo que siempre prefiera jugar con niños reales antes que seguir jugando con su amigo imaginario y sin que se de cuenta, estar pendiente del tipo de conversaciones que tiene con su amigo imaginario. Para evitar que tenga un problema de aislamiento o de cualquier otro tipo. Si lo tuviese, el problema no sería generado por tener un amigo imaginario, pero si podemos valernos de este para detectar que tenga otro tipo de problema. Si percibes algo que consideras extraño, no te alarmes ni lo preocupes a él, dirígete a un especialista y que evalúe la situación.

 Si has vivido un caso parecido y tienes dudas sobre este tema, quieres compartir una situación contando como la resolviste o simplemente tienes una anécdota graciosa con tus hijos sobre este tema, no dudes en escribir a pedagogiadehoy@gmail.com y compartirlo con nosotros.