sábado, 22 de octubre de 2016

COMO ENSEÑAR A TUS HIJOS A SABER PERDER

¿Tu hijo no acepta la idea de poder perder en los juegos o en el deporte? ¿Se lleva una gran decepción cuando no gana hasta el punto de llegar a afectar a su carácter? ¿Te gustaría saber como actuar cuando tu hijo no acepta una derrota?



 La idea de escribir este nuevo post en este blog pedagógico, surgió tras recibir un email que decía lo siguiente:


 Estimada Carmen,

 Quisiera decirte que tanto mi marido y yo seguimos tus publicaciones porque nos parece que siempre podemos aprender de ellas en la educación de nuestros hijos, nos encanta tu blog. El motivo por el que te escribo es, que mi hijo Hugo se ha vuelto cada vez más competitivo, cada vez que pierde en algún juego o deporte se enfada muchísimo y no acepta perder. Hemos intentado decirle que no siempre se gana, pero no lo entiende. El otro día, jugando un partido de fútbol entre chicos de barrio, su equipo perdió y no solo se enfado con los compañeros de su equipo sino que estuvo triste toda la tarde y no quiso cenar. Esto ha empezado a preocuparnos mucho y quisiera saber como debemos actuar para que entienda que no pasa nada por perder y que no siempre se gana.

Saludos,

Alicia. 


 Querida Alicia, un gran porcentaje de niños y adolescentes pasan por una etapa en la que les cuesta aceptar la derrota, incluso algunos llegan a ser adultos teniendo mal perder... Pero si esto afecta a su comportamiento con sus amigos y con la familia, es necesario trabajar con el este problema. No te preocupes, tu hijo solamente necesita aprender a perder y tu le puedes enseñar.

 Cuando los niños descubren la competitividad, suele ocurrir que se enfadan o lloran si no ganan. Esto se debe a que les duele que otro niño sea mejor que ellos y si el otro niño es más pequeño la situación empeora. En estos casos, viven el hecho de perder como un fracaso y no como algo natural. Para evitar esto, te voy a dar una serie de consejos.

 Principalmente, dale un buen ejemplo. Siempre hablo de que los hijos aprender por imitación y sobre todo de los padres. No tengas conductas que no quieras que se repitan en él. Si estás trabajando con el que debe aceptar la derrota, no te enfades por perder delante de él o porque pierda tu equipo de fútbol. No reproduzcas situaciones que le hagan pensar que su actitud está justificada.

 Asegúrate de que tu hijo comprende las normas del juego. A menudo los niños no entienden bien el juego y esto hace que se desesperen o se pongan nerviosos, perdiendo y no entendiendo por qué han perdido. Si se lo explicamos bien, esto no debe ocurrir.

 Organiza un juego divertido en familia. Insiste todo el tiempo en la importancia que tiene lo bien que lo estáis pasando y que da igual quien gane porque lo importante es divertirse juntos. Haz hincapié en que lo importante de esta actividad no es quién gana, sino pasar un rato juntos y divertirse.

No sobrevalores  su derrota ni su victoria, porque entonces siempre buscará llamar tu atención. Si pierde echará de menos la reacción positiva que muestras cuando gana y si pierde se sentirá más frustrado aún. Lo importante es cuando gane alabarlo pero sin exceso y si pierde pues decir que no pasa nada, pero sin llegar a exagerar en ninguno de los dos casos. Debe entender así, que es lógico que unas veces se gane  y otras se pierda.

 Explícale con palabras adecuadas a su edad, que perder o equivocarse no es un fracaso, que hay que seguir intentándolo, ser positivo y no enfadarse ni llorar, porque no pasa nada, que tendrá más oportunidades y que lo importante es intentarlo y no dejar de pasarlo bien. Menciona que de los errores se debe aprender, que analice en que se ha equivocado para intentar hacerlo mejor la próxima vez. No tiene que entenderlo a la primera, puede entenderlo poco a poco, pero es fundamental que lo haga para su bienestar emocional.

 Aunque le cueste tiempo entender que no siempre se gana, no permitáis que deje de jugar con otros niños o con vosotros, por miedo a que se repita la actitud. Si se repite será la ocasión perfecta para volver a hablar del tema. Es fundamental para que se acepte así mismo como es y tenga estímulos para aprender a superarse así mismo, dos procesos básicos para la maduración.

 Hasta que tu hijo logre aprender a aceptar las derrotas, lo importante es no desesperarse y ser pacientes. Anímale a expresar lo que siente y que no se cierre en sí mismo, esto te aportará más información, a la hora de argumentarle los motivos por los que debe saber perder. pero no le consintáis en ningún momento una conducta agresiva o que el juego termine por este motivo. Para ello, es importante decir siempre lo importante que es divertirse durante el juego gane quien gane. No dejéis de valorar su esfuerzo para que se sienta motivado pero no no lo valoréis en exceso para que no se sienta mal si pierde.

 En el momento que veas que tu hijo cambia su actitud y comienza a aceptar las perdidas, elogialé y dile que te sientes orgullosa por su actitud madura y responsable.

 Si has tenido problemas con tus hijos para enseñarles a aprender a perder o de cualquier otro tipo, si quieres contar una experiencia que has tenido parecida o la manera en la que solucionaste el problema, no dudes en escribir a pedagogiadehoy@gmail.com y te contestaré lo antes posible. Un saludo y gracias por seguirme.

domingo, 9 de octubre de 2016

¿DEBE UNA NIÑA DE 12 AÑOS RENUNCIAR A SU SUEÑO?

 La situación en la que un niño o una niña tiene que renunciar a su sueño, es un hecho muy triste, pero que el motivo de dicha situación tenga que ser, el sexismo que hoy por hoy sigue presente en el deporte, es más triste aún. Viviendo en una sociedad en la cual, las mujeres han demostrado ser tan capaces de cualquier cosa como los hombres, encontrándonos en una sociedad igualitaria en cuestión de derechos, es totalmente tercermundista que aún se den este tipo de circunstancias. Es muy duro que aún tengamos que vivir situaciones como la que conocí hace unos días.

 En la localidad de Benalmadena (Málaga) vive una chica de doce años, que lleva jugando al futbol desde que tenía siete. El sueño de esta joven, siempre ha sido llegar a ser una gran futbolista y hasta ahora ha conseguido demostrar que tiene todas las cualidades para llegar a serlo. Hasta ahora ha jugado al fútbol en el equipo de su localidad, pero en este momento se encuentra con la dificultad de que ya no puede avanzar porque los compañeros con los que jugaba al fútbol siempre dan el salto a equipos superiores completamente masculinos, mientras la sociedad en la que vivimos le recuerda, que ella no puede entrar en esos equipos por ser una chica y tiene que dejar de jugar al fútbol o quedarse en la misma situación de los cinco años anteriores.




 Esto me hace caer en la pregunta, ¿Quién somos para acabar con el futuro profesional en el fútbol de una chica? ¿Quién somos para decidir por ella? ¿Quién somos para decidir que el fútbol es solo para los chicos? pero sobre todo, ¿Quién somos para acabar con los sueños de una persona?

 Además del problema en el que no hay equipos para evolucionar en los que se puedan incluir a las chicas, dentro del mismo equipo, se produce una discriminación por parte de los compañeros al no querer pasarle la pelota y preferir perderla. De este hecho, podemos echarle la culpa principalmente a los entrenadores, por su falta de profesionalidad al permitir que esto ocurra principalmente y en segundo lugar, por su falta de humanidad, al dejar que se den, este tipo de hechos en su equipo, no castigándolos. 

 Al mismo tiempo, debemos culpar a los padres, pues no deben sentirse nada orgullosos de haber proporcionado a sus hijos una educación con un bajo contenido de valores basados en el respeto a los demás y centrados en la igualdad de derechos. Después nos quejaremos de vivir en una sociedad machista, pero si nos olvidamos de educar a nuestros hijos en una sociedad igualitaria nunca vamos a cambiar el mundo.

 La hermana de esta joven ha iniciado una petición en este link en el que pide firmas para poder conseguir, no solo que su hermana consiga seguir jugando al fútbol, sino comenzar a cambiar el mundo. Solo es un momento, por favor entra y firma, para ayudar a una niña a cumplir sus sueños, además de aportar un granito de arena a la lucha por cambiar el mundo. 

 Si has vivido alguna experiencia parecida o conoces alguna manera para ayudar a la protagonista de esta historia a cumplir su sueño, por favor compártela conmigo en pedagogiadehoy@gmail.com. Piensa que estamos hablando de un caso, pero que hay miles de niños y niñas que por algún tipo de discriminación y con un talento especial para algo, se quedan a las puertas de sus sueños, perdiendo sus ilusiones, solamente porque no cambiamos el mundo y permitimos que las injusticias pasen.