Uno de lo problemas más frecuentes en los niños y los bebes suele ser la falta de sueño. En ocasiones, los niños padecen dificultad para conciliar el sueño o se despiertan buscando a los padres. Cuando son muy pequeños sufren una especie de ansiedad por la separación o miedo a estar solos. Es algo muy común, por lo que no te debes preocupar. A menudo, recibo consultas de diferentes padres a los que les preocupa este tema. Como digo siempre, es un problema temporal que igual que aparece, desaparece.
¿Cuándo se convierte en un problema el hecho de que tu hijo no duerma bien? Esto llega a ser un problema cuando se dan cuatro aspectos:
- Consumes una gran cantidad de tiempo intentando que tu hijo se duerma.
- Tu hijo se despierta en numerosas ocasiones durante la noche.
- La falta de sueño repercute en la vida diaria de tu hijo.
- Los padres no duermen bien porque tu hijo tampoco lo hace.
Si te encuentras en una de estas situaciones, es urgente comenzar a poner un remedio. Si actuamos correctamente, pueden ser corregidos rápidamente.
Cuando un niño tiene problemas para dormir, lo primero que debemos hacer, es intentar averiguar las causas. Lo más probable, es que duerma demasiado durante el día y que por ese motivo, por las noches no tenga sueño. También puede ocurrir en algunos casos, que los niños que están demasiado cansados por haber tenido una gran actividad, se sientan nerviosos y esto les dificulte la conciliación del sueño.
En ocasiones pueden estar preocupados por algo, pero ya en edades más cercanas a la adolescencia, o quizás abusan del consumo de bebidas excitantes.
En otros casos, puede ocurrir que simplemente están acostumbrados a dormir demasiado tarde y es necesario cambiar esta costumbre, intentado que vayan a dormir antes. Obliga a tu hijo a tener una rutina, establece una hora de acostarse y levatarse, obligándole a cumplirla.
Intenta siempre que a la hora de dormir se practiquen actividades relajantes como leer un libro y evita el uso de móviles o videojuegos, pues pueden ponerse más nerviosos y en consecuencia, esto dificultaría la conciliación del sueño.
En ocasiones, los niños tienen pesadillas y esto puede causar miedo a dormir o a quedarse solos de noche. Es necesario tranquilizarlos, explicándo que no es real y que sus padres están ahí para no permitir que le ocurra nada, para que se sienta seguro. Si tu hijo está alterado por una pesadilla, intenta mantener la calma y no asustarte, a pesar de que grite. Espera a que se tranquilice y habla con el.
Los problemas en el sueño son muy frecuentes y suelen ser ocasionales. Es una situación que cambia normalmente por si sola. Si no lo hacen debes acudir a un especialista ya que pueden interferir en su desarrollo escolar al sentirse más cansados.
Y la pregunta más importante que se plantean los padres en estos casos es, ¿Qué podemos hacer para ayudar a nuestros hijos a dormir mejor?
El primer paso, como comentaba anteriormente, es establecer una rutina, un horario inalterable para acostarse y levantarse. Con un periodo de tranquilidad antes de ir a la cama para que tu hijo se relaje. Para ello escoge actividades relajantes, como leer un libro o escuchar música especial para dormir. Un baño o tomar algo de beber caliente puede ayudar también a conciliar el sueño. Se cariñoso pero ponte serio con la hora de dormir.
Puede ayudar ir con el a su cama y contarle una historia bonita, para que se quede dormido pensando en algo agradable. En esta actividad debes emplear entre 10 y 30 minutos, no más. Esta actividad es muy importante, dedicarle ese momento es esencial, pero no debe durar más de lo necesario. Si consigue alargar este tiempo pidiéndote otra historia u otro baso de agua, sabrá que puede alargar este proceso y dormirse más tarde.
Asegúrate también de que haya ido al baño antes de acostarse para que esto no sea un problema y le impida dormir o sea el motivo de que más tarde se despierte y no pueda dormir de nuevo.
Evita las actividades físicas como correr y saltar para que no este demasiado activo, así se sentirá relajado para conciliar el sueño.
Nada de historias de terror o películas a la hora de dormir o se acostará más estresado, no podrá dormir o tendrá pesadillas.
En el caso de los bebes, es recomendable cuando comienzan a comer comida sólida, retirarles en pecho o el chupete, ya que sino, cuando despierten durante la noche, te lo van a pedir. Para calmar la ansiedad de estar separados, es muy efectivo el uso de un peluche o un paño suave para dormir. Si se acostumbran a quedarse dormidos en brazos, no lograrán conciliar el sueño de otra manera siendo totalmente dependientes de ti para dormir y si se despiertan encontrándose solos, llorarán y te despertarán. Un bebe puede aprender a quedarse dormido solo y sin ninguna ayuda. Si asocia esta actividad con ser abrazado, no dejará de llorar hasta que lo cojas en brazos y se quede dormido, porque asociará los brazos al acto de quedarse dormido. Todo esto hará que cuando se despierte de noche llore y no te deje dormir.
Si llora, no lo ignores, acude a ver que pasa, si necesita que le cambies los pañales o tiene hambre, acarícialo para que note tu presencia y deja que duerma por sí solo. Esto hará que tanto él como vosotros, durmáis mejor.
Si no funciona ninguna de estas soluciones, acude a tu medico de familia o a un psicólogo infantil, pues podrán ofrecerte consejos muy útiles. Si has padecido algún problema con tus hijos a la hora de dormir y lo has solucionado de una manera muy eficaz y te gustaría compartirlo con otros padres para ayudarlos o quieres hacer alguna consulta de otra temática, no dudes en escribir a pedagogiadehoy@gmail.com y te contestaré lo antes posible.
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