domingo, 12 de febrero de 2017

EDUCAR EN VALORES. UNA TAREA FAMILIAR Y PROFESIONAL AL MISMO TIEMPO



 Transmitir a los niños una correcta educación basada en valores, no solo ayudará a tu hijo o tu alumno, a sentirse mejor, sino a convivir y ser mejor persona. La transmisión de estos valores, corresponde tanto a la familia, como a los educadores en la escuela. Es una importante labor, que debe desempeñarse de manera conjunta.

 Una importante pregunta que debemos plantearnos a la hora de comenzar a trabajar para impartir una educación en valores en el aula o  en el hogar debe ser ¿cuáles son los valores que debemos transmitir a nuestros hijos o alumnos? 

 Los principales valores que se deben inculcar a los niños, son los siguientes:

  • Amistad.
  • Honestidad. 
  • Bondad.
  • Tolerancia.
  • Confianza.
  • Comprensión.
  • Paciencia.
  • Saber compartir.
  • Ayudar a los demás.
  • Solidaridad.
  • Obediencia.
  • Compasión.
  • Responsabilidad.
  • Empatía.
  • Saber pedir perdón.
  • Dar las gracias.
  • Pedir las cosas por favor.
  • Fidelidad.
  • Puntualidad.
  • Derechos humanos.
  • Salud.
  • Sexualidad.
  • Prevención de la violencia.
  • La paz.
  • Perseverancia.
  • Esfuerzo.
  • Respeto a las personas, los animales y al medio ambiente... 

 Estos valores, son esenciales tanto para el desarrollo de la personalidad, como para tener una vida más sana, en equilibrio con el medio que les rodea.



 Anteriormente, ya hemos hablado del bulling o acoso escolar . Sobre este tema, recordar que si ofrecemos una correcta educación en valores en la escuela, pero en casa, nuestros hijos observan conductas intolerantes, violentas o falta de respeto, no estamos dando un buen ejemplo. Los niños aprenden por imitación y como digo siempre, hay que predicar con el ejemplo. De nada sirve que hablemos con nuestros hijos de lo importante que es la amistad, si después les demostramos actitudes contradictorias. Por lo que es importante concienciar a nuestros hijos de lo importante que es el respeto, inculcándoles importantes valores que forjarán su personalidad y les convertirán en buenas personas.

 Este trabajo no solo es misión de los padres. En la escuela, los educadores tienen un importante papel, complementario al que desempeñan los padres en casa. Es necesario no consentir ningún tipo de burla o acoso escolar por parte de ningún alumno y castigar, severamente, cualquier aparición de estas actitudes. Además, se debe fomentar la práctica de actividades en grupo en las que se aprendan dichos valores. Los alumnos deben aprender a respetar a los demás, ser solidarios y tolerantes. Debemos impartir una educación en os centros escolares basada en el respeto. En algunos casos, los docentes miran para otro lado y se ríen, cuando aparecen conductas inadecuadas.

 La educación en valores es una labor conjunta de maestros y padres, para lograr que los niños de hoy, sean grandes personas mañana. Tenemos que saber, que debe impartirse en una edad temprana, pues ya forjada la personalidad, es más difícil hacer que desaparezcan las conductas que no nos agradan. Educar no es solo sacar buenas notas y prepararse profesionalmente, es también proporcionar una educación adecuada para desarrollarse como persona y para tener una buena educación, es necesario impartir una educación centrada en valores. Existen muchas influencias negativas en la vida y los niños deben estar preparados para saber tomar sus propias decisiones, como personas responsables.

 Los valores son reglas de conducta y actitudes según nos comportamos y que consideramos correctas. Al nacer, nuestros hijos o alumnos, no son ni buenos ni malos, simplemente no poseen una educación en valores. Es entonces, cuando los padres y educadores, al ser su convivencia más cercana, les enseñarán lo que está bien y lo que está mal.

 No es necesario, dar un sermón sobre la importancia de estos valores. Como mejor aprenden los niños es jugando y con ejemplos. Utiliza juegos o películas. Las películas son muy buenas para potenciar la educación en valores, después se pueden trabajar y hablar sobre lo que ocurre en ellas. Ver vídeos en los que se presenten conductas inadecuadas y que ellos tengan que decir, que es lo que no es correcto y que debería haber ocurrido, puede ser una buena práctica. Hoy en día tenemos muchos recursos para trabajar la educación en valores o lo que nos propongamos porque solo tenemos que buscar en internet, donde tenemos todo a mano.

 Es importante recordar, que no solo debemos reprender a los niños cuando aparecen conductas que no son las adecuadas, también debemos valorar y reafirmar la aparición de las apropiadas. Debemos felicitarles y demostrarles que estamos orgullosos de ellos cuando hacen algo bien. Reforzar la aparición de actitudes que implican valores positivos es muy importante para asegurar su completa adquisición.

 Es importante también, que sepamos escuchar a los niños. Cuando aparece una conducta que no nos agrada, debemos primero conocer sus motivos para actuar de esa manera, ya que también podemos malinterpretar la situación. Después, conociendo la base de la que partimos, es cuando tenemos que comenzar a trabajar la actitud que deseamos modificar.

 Para ofrecer una correcta educación en valores, es recomendable hablar mucho con los hijos o los alumnos, conocer sus opiniones, dialogar sobre las cosas que vemos cada día, sobre las dudas que les surjan, sobre su forma de actuar y la de las personas que les rodean... Cuando vemos un mal ejemplo o bueno en la calle o en una película, hablar de ello y de porque está bien o mal, ayudarle a pensar y sacar sus propias conclusiones. Los niños deben entender el porque de las situaciones, saber que todo lo que hagan en esta vida, supondrá unas consecuencias. Y sobre todo, si ven que nosotros somos honestos, sinceros y en definitiva, les aportamos buenos valores, serán como nosotros.

 ¿Y tu que piensas de la educación en valores? ¿Crees que es importante? ¿Añadirías algún valor más a mi lista? Si como educador o como padre o madre, has vivido una experiencia que te gustaría compartir con los nosotros porque piensas que puede ayudar a otros padres o educadores no dudes en contárnosla. Si has vivido una situación sobre fata de valores en casa o en aula y necesitas ayuda para remediarla, también queremos saberlo. Escribe a pedagogiadehoy@gmail.com si deseas hacer una consulta de cualquier tipo o compartir alguna experiencia educativa, me pondré en contacto contigo lo antes posible y te daré una respuesta.

lunes, 30 de enero de 2017

QUÉ DEBO HACER SI MIS HIJOS NO ENTIENDEN QUE TENGO QUE VIAJAR POR MI TRABAJO

 Hoy he decidido hablar de un tema que suele preocupar bastante a los padres que tienen que viajar en sus trabajos, ya que es una conversación que habitualmente surge con los padres a los que trato. Antiguamente, era más frecuente que fuese el padre el que viajaba y la madre la que tuviese trabajos que le permitiesen estar más tiempo en el hogar o si la economía lo permitía, la que se quedase en casa para cuidar a los hijos. Con la evolución del sistema antiguo a esta era moderna, por suerte para las mujeres, esta situación ha cambiado y ya no vivimos en esta situación desfavorecedora. Con la evolución de la mujer en el mundo laboral y su posición en una sociedad igualitaria, en la cual, ocupa puestos de trabajo en los cuales es necesario viajar, ya no es la mujer la que tiene que pasar más tiempo en casa educando a los hijos. No obstante, a estas madres, le invade un sentimiento de culpa de gran tamaño, al tener que dejar a sus hijos cuando tienen que viajar. Las cuestiones  que tenemos que abordar es, cómo compaginamos los viajes del trabajo con tener hijos y cómo conseguimos que nuestros hijos entiendan que tenemos que salir de viaje sin que nos hagan sentir culpables, es decir cómo les hacemos entender que papa o mama tiene que salir de viaje por trabajo.


 Hoy en día es difícil encontrar trabajo y más aún si tienes que compaginar tu trabajo con tus hijos. Muchos padres se sienten culpables de no pasar el suficiente tiempo con sus hijos, tener que dejarlos con terceras personas, no poder estar con ellos día a día, etc. Esto se hace más complicado cuando tu trabajo implica salir de viaje con frecuencia y tus hijos no lo comprenden. La cuestión es, que esto es inevitable porque trabajar es necesario para poder vivir y este, es el mensaje que se debe transmitir a los hijos. Papa o mama, necesita trabajar para ganar dinero porque con el dinero se compran cosas necesarias para la vida, como la comida, la ropa, etc. Es un ejemplo, porque dependiendo sobre todo de la edad, los niños más pequeños pueden no entender porque su padre o madre se van a marchar. 

 El hecho de que tu hijo no se adapte a que tengas que pasar algunas noches fuera de casa, no debe preocuparte. Explícaselo, eso siempre es necesario. Pero ten en cuenta que los niños tienen una gran facilidad para adaptarse a los cambios, quizás mayor que los adultos, y pronto se acostumbrará. Eso sí, a tu vuelta, dedícale el tiempo necesario para compensar la ausencia y haz cosas con él. No es bueno intentar compensar ese vacío con regalos, ni acostumbrarles a que cuando viajes les traerás siempre un regalo. Esta bien que de vez en cuando les traigas algo, pero es mejor compensar la ausencia con compañía y afecto. Salir a pasear, jugar, ver películas juntos, salir a comer, ir al cine... Deja que participe en la elección de las actividades que vais a realizar, dale un poco de protagonismo e importancia.

 A menudo los padres que pasan poco tiempo con sus hijos, caen en el error de consentirles todos los caprichos y de no regañarles por tener remordimientos. No caigas en este error, porque no le haces ningún favor y esto no compensa el tiempo perdido. El tiempo se recupera con cariño y atención, no cediendo en todo. No hay que olvidar que los padres son los que mandan en casa.

 Los niños sufren al principio de todo cambio, ya sea el primer día de guardería o de colegio, por un cambio de ciudad, porque su padre o su madre tiene que salir de viaje o por cualquier otro cambio que suponga para él una situación diferente, pero lo cierto, es que pronto se adaptan a la nueva situación. Es cierto que en muchos momentos, los niños echan de menos a sus padres, pero estos no pueden estar con ellos las 24 horas y si pudiesen hacerlo no sería bueno, pues ellos también tienen que crecer, madurar y vivir sus propias experiencias.

 Explícale a tu hijo que te ausentarás unos días porque es tu obligación trabajar, igual que la de él, es ir al colegio, y dile cuantos días estarás fuera y que tiempo le dedicarás cuando vuelvas, decidiendo con él, que actividades haréis juntos a tu vuelta. Todo esto debe darse con una actitud natural, transmitiendo que el tiempo que pasareis juntos será placer y nunca una obligación.

 Siempre que la atención y el amor hacia tu hijo sea suficiente, el vínculo entre vosotros se verá reforzado y esto reafirmará su autoestima y confianza. Los niños necesitan saber, que aunque sus padres están lejos, las cosas no cambian. Su rutina debe ser la misma que la que tiene cuando está contigo.

 Los viajes de trabajo son inevitables y el trastorno que le pueda producir a tu hijo, es menor, si se le demuestra que estás pensando en él en tu ausencia. Hoy por hoy es más sencillo, ya que todo el mundo tiene teléfonos móviles con internet y en un momento realizas una vídeo llamada, pudiendo hablar cara a cara.

 En algunos casos, los niños manifiestan alegría cuando mama o papa llegan a casa de un viaje, también tienen formas de expresar su descontento por estas ausencias. Pueden expresar su disgusto de muchas maneras, intentando castigarle con algún comentario desagradable, haciendo caso omiso o prefiriendo al padre o madre que habitualmente está en casa. En este caso enfadarte o ponerte triste no es la solución, la persona que se ha quedado en casa es quien es más apropiado que tome la acción de reprenderle o manifestar la alegría de que ya esté en casa, pues llevar una familia es un trabajo de todos los componentes. El papel del cónyuge es muy importante en estos casos. Después, la persona que llego del viaje, debe mantener una conversación natural, sobre los motivos de su viaje. Demuestra que no has dejado de pensar en tus hijos, que durante el viaje te acordaste de ellos y que es necesario e inevitable.

 Aunque estas conversaciones sean difíciles, enfréntate a ellas y no las evites. Es mejor tenerlas a pasar por situaciones desagradables por no haberlas tenido.


 El niño puede preguntarse ¿se preocupa por mí?, ¿se ha olvidado de mí?, ¿está haciendo algo mucho más agradable lejos de mí? Es por ello que debe saber que no estas divirtiéndote y que estas trabajando, que estas cumpliendo tus obligaciones. Si el niño esta seguro del amor de sus padres y le dices a menudo que lo quieres, se sentirá más seguro y se planteará menos cuestiones.


 Si tiene un evento importante en tu ausencia, no te olvides de llamarle pronto y preguntarle como le ha ido, para que sepa que aunque estés lejos, él es lo más importante para ti.

 Piensa que no eres el único padre o madre del mundo que trabaja y que tiene que viajar, olvida los remordimientos porque tu hijo debe comprenderlo.

 Si sueles viajar con frecuencia por motivos laborales o es tu pareja quien tiene que hacerlo, cuéntanos tu experiencia, queremos saber tus dudas o como lo afrontas, tu opinión puede ser muy útil para otros padres. Si tienes un sistema por el cuál, tus hijos aceptan mejor tus viajes de trabajo, compártelo con nosotros. Además, si quieres hacer cualquier tipo de consulta, no dudes en escribirme a pedagogiadehoy@gmail.com y te responderé lo antes posible. Compartir conocimiento nos ayuda a todos.






miércoles, 18 de enero de 2017

IMPORTANCIA DEL APRENDIZAJE DE LENGUA DE SIGNOS. MI EXPERIENCIA PERSONAL.

 Hoy voy a hablar sobre un tema relacionado con los niños y con los profesionales de la educación, como hago habitualmente, pero antes voy a contar una experiencia personal. He decido dedicar un espacio a hablar de la lengua de signos española y la importancia de su aprendizaje en el medio escolar, porque hace unos meses, comencé a aprenderla. Con mi profesión, ya se que es extraño que no lo haya realizado antes, pero siempre ha sido una inquietud que iba retrasando por falta de tiempo entre otros motivos. En este momento de mi vida, por disponer de mayor flexibilidad temporal y por casualidades que se presentan, he podido iniciarme en aprender el lenguaje de las personas sordas y terminar con lo que para mi era una especie de asignatura pendiente.


 La lengua de signos es la lengua que utilizan para comunicarse las personas sordas. Mediante ella pueden relacionarse con su entorno social porque les permite establecer un canal de comunicación visual y espacial. La lengua de signos no es solo mímica, sino un lenguaje. La lengua de signos contiene una estructura gramatical completa caracterizada por la configuración de las manos, de sus movimientos, de sus orientaciones, de su ubicación espacial y de los elementos no manuales como son los movimientos labiales, faciales, linguales, etc. Como cualquier otra lengua se puede usar para discutir cualquier tema. Además, al igual que la lengua oral, tiene un alfabeto, frases, números, etc.





 En las lenguas de signos se emplea el alfabeto dactilológico, es decir la representación manual del abecedario. Pero solo se utiliza, cuando no existe un signo para el elemento o pensamiento que se desea expresar, para los datos personales (nombre, apellidos) o cuando se necesita conocer la escritura correcta de alguna palabra. 






 Uno de os aspectos que me ha sorprendido, al asistir a una clase con una profesora sorda y compañeros oyentes, es la capacidad que podemos llegar a tener las personas de poder comunicarnos sin necesidad de hablar, ya que mis clases son como quién da clases de ingles con un profesor nativo. Cada día me alegro más de haber comenzado este nuevo proyecto, ya que ahora soy mucho más consciente de las situaciones que veo cada día que serían complicadas para una persona sorda y la cantidad de lugares en los que hacen falta interpretes y no disponemos de ello. La verdad que muchas veces no estamos sensibilizados con personas que tienen capacidades diferentes. Y no solo me doy cuenta de las ausencias, también me fijo más en las situaciones que están perfectamente adaptadas para sordos. Por ejemplo, al acudir a una marcha solidaria por la semana de la discapacidad en la que un interprete, tradujo toda la presentación en lengua de signos española.

 Otro factor que me sorprendió, es que cada país tenga una lengua de signos diferente. Yo creo que es porque normalmente los signos se interpretan con gestos que tienen una asociación a la palabra y estos significados cambian de un país a otro, incluso dentro de España hay signos diferentes para la misma palabra dependiendo de la comunidad autónoma.

 En mi clase somos todos oyentes, menos una compañera que es hipoacústica. La diferencia entre una persona sorda y una persona hipoacústica es, que la primera no oye nada, mientras que la segunda escucha un poco. El primer día, mi profesora nos ha asignado a cada uno nuestro signo. Para quien no lo sepa, en los colegios o casas donde hay personas sordas, la profesora o un miembro de la familia, asigna un signo a los demás relacionado con una característica física o personal. Este signo evita tener que deletrear el nombre de esta persona cada vez que se la menciona y es para siempre, uno no puede cambiar de signo. Todos estos aspectos de la comunidad sorda y muchos más, son aspectos que les caracteriza y que se desconoce en muchos casos.

 El factor más importante a tener en cuenta cuando queremos comunicarnos con una persona sorda, es mirarle a la cara para que pueda leer nuestros labios y sepa que le estamos hablando. Numerosas personas me han preguntado, ¿Y por qué tener una lengua de signos si pueden leer los labios? Pues porque leer los labios es agotador porque hay que mantener la atención continuamente, además el no conocer a la persona o no vocalizar bien, dificulta esta tarea.

 Un aspecto curioso y qué muchas personas nos hemos preguntado es ¿Cómo surge la lengua de signos? Tras leer diversas historias sobre como surgió, me quedo con lo que transmiten todas, que el lenguaje de signos surge de la mera necesidad de establecer una comunicación entre sordos o entre sordos y oyentes. A pesar de que las únicas referencias físicas que tenemos son del siglo XVII, el origen de la lengua de signos es tan antiguo como la lengua oral.

Cuando una persona vive rodeado de oyentes, desarrolla un sistema de comunicación basado en movimientos gestuales, pero esto no es lengua de signos, es un sistema de comunicación, pues la lengua de signos es oficial. En algunos casos, los sordos se ven obligados a utilizar este tipo de sistema para ser entendidos por oyentes que no conocen esta lengua.

 La experiencia que estoy viviendo me esta enriqueciendo culturalmente y como persona, por lo que animo no solo a profesionales de la educación, para quienes pienso que es fundamental, sino a cualquier persona, a iniciarse en este mundo.

 Y ahora hablemos de la educación de los niños sordos y las escuelas, ¿escuelas de sordos o escuelas inclusivas? 

 Al igual que los niños oyentes, los niños sordos tienen derecho a una educación de calidad pero normalmente las escuelas carecen de los medios necesarios y de interpretes para que esto ocurra, lo que no deja a los padres más opción que recurrir a un colegio para niños sordos, cuando lo ideal es fomentar la diversidad y normalizar la situación, en un entorno que maximice su potencial.

 A nivel mundial, existe una carencia de profesores que cuenten con una buena formación en el lenguaje de signos y mucha falta de información para los padres sobre los derechos que tienen sus hijos. En muchos casos, los mimos padres cierran puertas pensando que sus hijos tienen una peor capacidad para aprender, cuando tiene la misma capacidad que los oyentes.


 El derecho de toda persona sorda a recibir educación en el lenguaje de signos está garantizado en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas. De acuerdo con este tratado, los gobiernos tienen la obligación de facilitar el aprendizaje de la lengua de signos y promover la identidad lingüística de la comunidad sorda.


 En resumen, esto implica tanto la contratación de profesores cualificados y conocedores de la lengua de signos, como la formación necesaria de estos, para estar preparados en el trabajo con los alumnos sordos, en cualquier nivel educativo. Para ellos es fundamental, capacitar a niños y jóvenes sordos y a los padres de familia para que contribuyan a diseñar e impartir la educación en el lenguaje de signos.


“Sin la capacidad para emplear el lenguaje de signos en el entorno escolar, las personas sordas se enfrentan a importantes barreras en un sistema escolar inclusivo”.

 Si eres sordo u oyente, familiar o amigo, profesional de la educación o de cualquier otro sector y quieres compartir una experiencia con nosotros, cuéntanosla. Si además quieres que resuelva una duda, no te lo pienses y escríbeme a pedagogiadehoy@gmail.com y te responderé lo antes posible. Entre todos podemos cambiar el sistema educativo y el mundo, siempre hacia la mejora con la inclusión y la normalización.