Hoy voy a hablar sobre un tema relacionado con los niños y con los profesionales de la educación, como hago habitualmente, pero antes voy a contar una experiencia personal. He decido dedicar un espacio a hablar de la lengua de signos española y la importancia de su aprendizaje en el medio escolar, porque hace unos meses, comencé a aprenderla. Con mi profesión, ya se que es extraño que no lo haya realizado antes, pero siempre ha sido una inquietud que iba retrasando por falta de tiempo entre otros motivos. En este momento de mi vida, por disponer de mayor flexibilidad temporal y por casualidades que se presentan, he podido iniciarme en aprender el lenguaje de las personas sordas y terminar con lo que para mi era una especie de asignatura pendiente.
La lengua de signos es la lengua que utilizan para comunicarse las personas sordas. Mediante ella pueden relacionarse con su entorno social porque les permite establecer un canal de comunicación visual y espacial. La lengua de signos no es solo mímica, sino un lenguaje. La lengua de signos contiene una estructura gramatical completa caracterizada por la configuración de las manos, de sus movimientos, de sus orientaciones, de su ubicación espacial y de los elementos no manuales como son los movimientos labiales, faciales, linguales, etc. Como cualquier otra lengua se puede usar para discutir cualquier tema. Además, al igual que la lengua oral, tiene un alfabeto, frases, números, etc.
En las lenguas de signos se emplea el alfabeto dactilológico, es decir la representación manual del abecedario. Pero solo se utiliza, cuando no existe un signo para el elemento o pensamiento que se desea expresar, para los datos personales (nombre, apellidos) o cuando se necesita conocer la escritura correcta de alguna palabra.
Uno de os aspectos que me ha sorprendido, al asistir a una clase con una profesora sorda y compañeros oyentes, es la capacidad que podemos llegar a tener las personas de poder comunicarnos sin necesidad de hablar, ya que mis clases son como quién da clases de ingles con un profesor nativo. Cada día me alegro más de haber comenzado este nuevo proyecto, ya que ahora soy mucho más consciente de las situaciones que veo cada día que serían complicadas para una persona sorda y la cantidad de lugares en los que hacen falta interpretes y no disponemos de ello. La verdad que muchas veces no estamos sensibilizados con personas que tienen capacidades diferentes. Y no solo me doy cuenta de las ausencias, también me fijo más en las situaciones que están perfectamente adaptadas para sordos. Por ejemplo, al acudir a una marcha solidaria por la semana de la discapacidad en la que un interprete, tradujo toda la presentación en lengua de signos española.
Otro factor que me sorprendió, es que cada país tenga una lengua de signos diferente. Yo creo que es porque normalmente los signos se interpretan con gestos que tienen una asociación a la palabra y estos significados cambian de un país a otro, incluso dentro de España hay signos diferentes para la misma palabra dependiendo de la comunidad autónoma.
En mi clase somos todos oyentes, menos una compañera que es hipoacústica. La diferencia entre una persona sorda y una persona hipoacústica es, que la primera no oye nada, mientras que la segunda escucha un poco. El primer día, mi profesora nos ha asignado a cada uno nuestro signo. Para quien no lo sepa, en los colegios o casas donde hay personas sordas, la profesora o un miembro de la familia, asigna un signo a los demás relacionado con una característica física o personal. Este signo evita tener que deletrear el nombre de esta persona cada vez que se la menciona y es para siempre, uno no puede cambiar de signo. Todos estos aspectos de la comunidad sorda y muchos más, son aspectos que les caracteriza y que se desconoce en muchos casos.
El factor más importante a tener en cuenta cuando queremos comunicarnos con una persona sorda, es mirarle a la cara para que pueda leer nuestros labios y sepa que le estamos hablando. Numerosas personas me han preguntado, ¿Y por qué tener una lengua de signos si pueden leer los labios? Pues porque leer los labios es agotador porque hay que mantener la atención continuamente, además el no conocer a la persona o no vocalizar bien, dificulta esta tarea.
Un aspecto curioso y qué muchas personas nos hemos preguntado es ¿Cómo surge la lengua de signos? Tras leer diversas historias sobre como surgió, me quedo con lo que transmiten todas, que el lenguaje de signos surge de la mera necesidad de establecer una comunicación entre sordos o entre sordos y oyentes. A pesar de que las únicas referencias físicas que tenemos son del siglo XVII, el origen de la lengua de signos es tan antiguo como la lengua oral.
Cuando una persona vive rodeado de oyentes, desarrolla un sistema de comunicación basado en movimientos gestuales, pero esto no es lengua de signos, es un sistema de comunicación, pues la lengua de signos es oficial. En algunos casos, los sordos se ven obligados a utilizar este tipo de sistema para ser entendidos por oyentes que no conocen esta lengua.
La experiencia que estoy viviendo me esta enriqueciendo culturalmente y como persona, por lo que animo no solo a profesionales de la educación, para quienes pienso que es fundamental, sino a cualquier persona, a iniciarse en este mundo.
Y ahora hablemos de la educación de los niños sordos y las escuelas, ¿escuelas de sordos o escuelas inclusivas?
Al igual que los niños oyentes, los niños sordos tienen derecho a una educación de calidad pero normalmente las escuelas carecen de los medios necesarios y de interpretes para que esto ocurra, lo que no deja a los padres más opción que recurrir a un colegio para niños sordos, cuando lo ideal es fomentar la diversidad y normalizar la situación, en un entorno que maximice su potencial.
A nivel mundial, existe una carencia de profesores que cuenten con una buena formación en el lenguaje de signos y mucha falta de información para los padres sobre los derechos que tienen sus hijos. En muchos casos, los mimos padres cierran puertas pensando que sus hijos tienen una peor capacidad para aprender, cuando tiene la misma capacidad que los oyentes.
El derecho de toda persona sorda a recibir educación en el lenguaje de signos está garantizado en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas. De acuerdo con este tratado, los gobiernos tienen la obligación de facilitar el aprendizaje de la lengua de signos y promover la identidad lingüística de la comunidad sorda.
En resumen, esto implica tanto la contratación de profesores cualificados y conocedores de la lengua de signos, como la formación necesaria de estos, para estar preparados en el trabajo con los alumnos sordos, en cualquier nivel educativo. Para ellos es fundamental, capacitar a niños y jóvenes sordos y a los padres de familia para que contribuyan a diseñar e impartir la educación en el lenguaje de signos.
“Sin la capacidad para emplear el lenguaje de signos en el entorno escolar, las personas sordas se enfrentan a importantes barreras en un sistema escolar inclusivo”.
Si eres sordo u oyente, familiar o amigo, profesional de la educación o de cualquier otro sector y quieres compartir una experiencia con nosotros, cuéntanosla. Si además quieres que resuelva una duda, no te lo pienses y escríbeme a pedagogiadehoy@gmail.com y te responderé lo antes posible. Entre todos podemos cambiar el sistema educativo y el mundo, siempre hacia la mejora con la inclusión y la normalización.
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