Hoy, en
Pedagogía de Hoy respondemos la consulta de una madre recibida en el día de
ayer por correo electrónico, con la intención de poder ayudar a otros padres
que se encuentren en la misma situación que ella. Manuela no sabe cómo afrontar
una dificultad que está encontrando diariamente con su hijo.
Estimada Carmen,
Te escribo para realizar una consulta sobre un
problema que estoy teniendo con mi hijo de cinco años, pero antes de nada
quería felicitarte por tu nuevo blog, ya que me parece muy interesante. Desde
hace un tiempo, Alejandro no quiere bañarse. Comenzó poniendo excusas hasta
llegar al punto en el que se vuelve un suplicio meterlo en la bañera cada día. Llora,
se tira al suelo, patalea, grita… Es una verdadera locura y ya no sabemos qué
hacer. ¿Qué puedo hacer para que entienda que se tiene que bañar todos los días
o para que no lo vea como una tortura?
Atentamente,
Manuela.
Querida Manuela, no tienes que preocuparte
porque la experiencia que estás viviendo es muy común en la infancia de la mayoría
de los niños y niñas. Casi todos los padres alguna vez han pasado por una etapa
en la que sus hijos no se quieren asear y afortunadamente, esta etapa es
pasajera.
Piensa en el motivo por el cuál para él puede ser
un acto desagradable o pregúntaselo directamente. Tal vez tiene miedo porque
una vez se ha escurrido y se ha hecho daño, quizás le ha entrado jabón en un
ojo y tiene miedo a que le ocurra otra vez, puede ser que el agua estuviese
demasiado fría o demasiado caliente… intenta averiguar cuál es el motivo por el
cuál no quiere bañarse.
Si el motivo es una de estas opciones, explícale
que vas a tener mucho cuidado y muéstrale en todo momento cada cosa que vas a
hacer para que vea que no va a ocurrir de nuevo, explicándole que no vas a
hacer nada que a él no le guste.
Los miedos pueden ser de muchos tipos, incluso
hay niños que han tenido miedo a colarse por el desagüe. En ningún caso debes reirte
por muy gracioso o imposible que te parezca, dale siempre mucha importancia a
su miedo y explícale que es totalmente imposible que le pase nada, sea cual sea
su temor y que tu estarás con él para no permitir que le pase nada.
También es posible que tu hijo esté intentando
imponerse, que haya aprendido a decir que no y que quiera empezar a decidir. En
este caso debes imponerte y debe entender que no es él quien toma las
decisiones, pues más adelante será más complicado.
A lo mejor el problema es mucho más sencillo y
simplemente es que no quiere dejar de hacer la actividad que está haciendo en
ese momento. En ese caso una solución puede ser establecer horarios para las
actividades, eligiendo un horario para el baño que no coincida con una
actividad de su interés como por ejemplo puede ser, que estén poniendo en la
televisión su serie de dibujos preferida. Establecer un tiempo de ocio y un
tiempo para las necesidades, un tiempo de juego o de ver televisión con unos
límites, un horario fijo para el baño, para la cena, hasta para la hora de ir a
dormir. Es importante encontrar un momento en el que esté tranquilo y no
centrado en otra cosa, para elegir la hora del baño.
En ningún caso debe sentir que es una
obligación, sino que debe entender que es algo necesario. Explícale que debe
bañarse para ser un niño sano y no tener problemas de salud. Otro motivo que le
puedes ofrecer, es que debe oler bien para que no le rechacen otros niños en el
colegio, no queriendo ser sus amigos o no queriendo jugar con él… Realmente
debe entender que bañarse no es un castigo ni una obligación, sino que es una
necesidad.
Puedes intentar convertir el momento del baño
en algo divertido, llenar la bañera de agua y juguetes acuáticos apropiados, convirtiéndolo
en una acción agradable para él, que piense que tiene una mini piscina. Debes meterlo
poco a poco, mostrándole que el agua no quema o no está fría, que le untarás despacito el jabón
para que no le entre en los ojos, que estás a su lado… para que se sienta
seguro. Para ello es importante colocar una esterilla antideslizante y
mostrarle que está totalmente seguro dentro de la bañera. Utiliza un champú
para niños, ya que tienen un olor más agradable y son menos fuertes si le cae
en los ojos, incluso cuando vayas a comprar que sea participe en la elección
del champú para que esté más motivado para bañarse. Siempre quita el tampón de
la bañera cuando el este fuera, por si el ruido que se produce le causa algún
miedo.
El baño colectivo también puede ser una
opción, los niños aprenden por imitación, que vea que tú también te bañas o
incluso sus hermanos.
Se trata de encontrar la manera de que tu hijo
se encuentre feliz y cómodo, de hacer la situación normal y agradable,
encontrando la manera de hacer que sea así. Los niños necesitan tiempo para
aprender y adaptarse, si no le gusta la ducha, prueba con la bañera y si no le
gusta la bañera, intenta hacer más divertida la ducha, pero que no se sienta
forzado. Puedes probar a intentar jugar con él con una regadera de mano antes, mojándote
primero a ti y luego tu a él para que sea algo más divertido y poco a poco ir introduciéndolo
en la ducha normal. Aprender jugando es una de los métodos más efectivos a
estas edades.
Querida Manuela, espero que estos consejos te
sean de gran ayuda para ti. Lo más importante es que te
lo tomes con paciencia y no te desesperes, poco a poco conseguirás que la situación
se normalice. Te envió un afectuoso saludo.
Os recuerdo que podéis enviar vuestras
consultas a pedagogíadehoy@gmail.com.
Si habéis implantado algún método curioso para quitar el miedo a bañarse a vuestros
hijos que puede ayudar a los demás padres, habéis leído un artículo interesante sobre
ello o simplemente deseáis compartir una anécdota graciosa sobre este tema, hacedlo a la misma
dirección de correo electrónico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario