sábado, 16 de abril de 2016

TENER UN ANIMAL DE COMPAÑIA FAVORECE EL DESARROLLO DE LOS NIÑOS


  El tema de hoy va dirigido a aquellos padres que tienen miedo a criar a sus hijos con la presencia de un perro en casa, con la duda de que pueda ser perjudicial de algún modo. Esto no debe ser un problema, siempre que mantengamos a nuestro perro con la higiéne que corresponde, baños peródicos, vacunas, procesos de desparasitación... haciendo a los niños adquirir hábitos como por ejemplo, labarse las manos antes de tocar un alimento si han estado acariciando a su perro y siguiendo los consejos que aporte su veterenario. Si mantenemos ciertas costrumbres, no tenemos que preocuparnos porque solo podemos encontrar ventajas en criar a un hijo con la compañía de animales.

 Algunos estudios afirman, que los niños que han crecido en familias donde el perro está considerado como un miembro más de la familia, desarrollan mayor capacidad de empatía. Al mismo tiempo el cuidado de un perro y las responsabilidad que esto supone ayuda a desarrollar un comportamiento más maduro y a mejorar la autoestima.


                           Los ninos criados con perros son mas saludables 

 Muchos niños o adolescentes, se han sentido rechazados por diversos motivos. El amor de un perro es incondicional, ellos aceptan a todas las personas, sea cual sea su raza, su aspecto físico, religión o situación. Es por ello que la presencia de un perro en estos casos mejora la seguridad y la autoestima.

 No hay que dejar de lado lo divertido que puede ser para los niños tener un perro en casa, jugar con el, además de los aspectos positivos en el desarrollo de la personalidad. En las situaciones tristes, un animal puede servir para alegrar el ambiente, aumentar el juego y  producir risas.

 La constante pregunta que me enviais los padres, se centra en si un perro puede transmitir enfermedades a un bebé. Hay estudios que demuestran que un bebé que convive con un perro en casa, tiene más contacto con el mundo exterior, ya que un perro sale a la calle durante sus paseos diarios y trae microorganismos a casa. Pero esto , dicen los investigadores, que no es perjudicial sino que es bueno para el niño, ya que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico del bebé, haciendo que sus anticuerpos se reafirmen, es decir, que el niño crece más fuerte y más protegido frente a las infecciones y enfermedades.

 Se realizó un estudio en Finlandia sobre el tema del refuerzo del sistema inmunológico en los niños criados con animales. Los resultados se basaban en el estado de salud de 397 niños que vivían en las zonas rurales y suburbanas  que fueron controlados semanalmente para determinar si el contacto con perros y gatos durante su primer año les proporcionaba protección frente a infecciones en las vías respiratorias, resfriados e infecciones comunes del oído.  El resultado de esta investigación, fue la demostración de que los niños que tenían perros en casa eran más saludables, ya que tenían menos infecciones de oído y necesitaban menos antibióticos, fue lo que expuso el pediatra autor del estudio.

 Se ha demostrado que la comunicación con un perro ayuda a desarrollar vínculos emocionales. Cuando tu perro te mira fijamente queriendo transmitirte que quiere salir a la calle o quiere un trozo de tu bocadillo se está confirmando un vínculo emocional siemplemente con la mirada. Este vínculo se desarrolla también entre tu hijo y su amigo peludo.

Los niños que crecen con animales sufren menos estrés porque realizan una mayor actividad física, son más tranquilos y mucho más felices.

 Un niño con un perro desarrollará un sentido especial de la responsal¡bilidad, aprendiendo a no molestarlo mientras come o duerme, pero atiendo sus necesidades, como participando en su cuidado, en los baños, su alimentación, su protección... ayudando a fortalecer al mismo tiempo su desarrollo cognitivo y socioemocional. En este aprendizaje de las responsabilidades a adquirir por el niño en el cuidado del animal, es muy importante la enseñanza de los padres, transmitiendo que un perro no es un juguete sino un  miembro de la familia.

 Cuando la llegada de un bebe es posterior a la llegada de su perro, si van a cambiar hábitos, deben cambiar antes y no al mismo tiempo, para que no coja celos relacionándo una cosa con la otra. Así el animal no sentirá que ha perdido sus privilegios por culpa del bebé. Si el niño ha llegado primero y la mascota después, hay que explicarle que no es un juguete, sino un ser vivo al que hay que cuidar y respetar.

 Además de esto, la compañía de un perro es beneficiosa para los niños con necesidades especiales. Se ha demostrado el uso positivo de perros en las terápias y se han obtenido diversos beneficios psicológicos.

 En el caso de personas que sufren una desorientación causada por una enfermedad, por ejemplo el alzeimer, los perros llaman la atención del paciente y se utilizan para mantener un contacto con la realidad.

 En casos en los que los niños sufren un transtorno por deficit en la atención, con la imposibilidad de concentrarse, se han utilizado perros para crear un punto de interés, intentando que se centren en ellos y logrando cada vez periodos de concentración mucho más largos.

 Para problemas de depresión y estados de ánimo, se han realizado estudios en los que la presencia de perros han ayudado a  mejorar el estado de animo de las personas o a superar una depresión.

 Un perro siempre es un estímulo social, ya que fomenta las relaciones sociales.

 En algunos casos en los cuales, las personas rehuyen del contacto físico con otras personas, sea por el motivo que sea, por ejemplo en un caso de depresión, acariciar un perro puede ser una terapia muy efectiva por la relajación que proporciona dicho contacto.

 Los perros a veces sirven como motivación cuando existe la negación o la falta de interés por participar en una terapia. En casos de chicos con parálisis cerebral, aumenta el interés y la motivación por participar cuando existe la presencia de un perro en dicha terapia.

 En los casos de enfermedad mental o casos de baja autoestima, las interacciónes con perros ayudan a centrarse más en el entorno y dejar de pensar en uno mismo o en los problemas.

 Antes de adquirir un perro hay que tener claro que no es un juguete, sino un miembro más de la familia y que no se debe abandonar cuando uno se canse de el porque es un ser vivo con sentimientos que te dará todo su amor de manera incondicional. Hay que tener muy claro que es una responsabilidad y no es ninguna tontería. Uno debe saber que va a poder atenderlo correctamente. Además de ello se debe pedir consejo a un experto sobre que tipo de perro o raza es más adecuado para vivir con su familia, su tipo de hogar y entorno en general. 

 Envia tu consulta a pedagogiadehoy@gmail.com si tienes dudas sobre sobre que perro elegir o sobre como puede afectar en la vida familiar la convivencia con un animal. También puedes escribirnos si quieres compartir una experiencia agradable en tu vida familiar con animales o si habeis experimentado una terapia con un animal. 









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