El tema de hoy, va dedicado a Pedro y Alba, dos padres y lectores, preocupados por la conducta que su hija ha desarrollado desde hace unos días. Igual que ellos, tu también puedes enviar tu consulta a pedagogiadehoy@gmail.com e intentaré resolver tus inquietudes en el menor tiempo posible. La consulta es la siguiente:
Estimada Carmen,
Antes de nada comentarte que nos encanta tu blog. Ha sido muy útil para nosotros el post sobre cuando los hijos no quieren bañarse, pues estábamos encontrando dificultades con este tema. Pero el motivo por el que estamos preocupados ahora y recurrimos a ti, es porque desde hace un mes, hemos notado que nuestra hija de 8 años, tiene un amigo imaginario. Al principio no le dimos importancia porque pensábamos que se le olvidaría pero vemos que sigue con este juego y comienza a preocuparnos que se vuelva una obsesión. ¿Debe esto preocuparnos?
Gracias.
Atentamente te saludan,
Pedro y Alba.
Queridos Pedro y Alba, lo primero agradeceros vuestro interés en mi blog y lo siguiente, deciros que mantengáis la calma, no hay porque preocuparse. La mayor parte de los niños, alguna vez han tenido un amigo imaginario.
Un amigo imaginario es un personaje que un niño o niña inventa, normalmente con una finalidad lúdica, es decir que suele ser simplemente un juego. La aparición del amigo imaginario se da lugar en la infancia y en ocasiones perdura hasta la adolescencia. Mientras sea solamente un juego, no hay motivos para preocuparse. Solamente deberían preocuparse en el caso de que el niño o niña se aferre a su amigo imaginario de tal manera que le impida desarrollar su vida de una manera normal, como realizar sus tareas, relacionarse con niños reales o desarrolle un comportamiento violento. Solo en estos casos, será necesario solicitar ayuda a un especialista.
En ocasiones los padres se asustan y piensan que su hijo tiene problemas mentales o está viviendo un suceso paranormal. No os alarméis, porque esto es muy normal y no hay que buscar muchas explicaciones. Los amigos imaginarios del mismo modo que llegan, desaparecen cualquier día. Cuando tu hijo desarrolle algunas funciones de la inteligencia y la lógica, diferenciando la vida real de la fantasía, su amigo imaginario se marchará por si solo.
Dicen algunos expertos, que los niños que están rodeados de adultos habitualmente y crecen con escasa presencia de niños de la misma edad, tienen más tendencia a tener un amigo imaginario, pero no hay un perfil descrito. Otros expertos dicen que los niños sensibles o con mucha imaginación tienden a tenerlo también. Existen diversas explicaciones pero realmente, sea cual sea la explicación, está claro que solamente es un juego.
¿Cómo actuar? ¿Le digo que su amigo no existe? ¿Le sigo la corriente? ¿lo ignoro y no le doy importancia? Ni lo rechaces, ni lo ignores. Actúa de una manera natural.
En ningún caso le hagas sentir que queda en ridículo ni le digas que está mintiendo. Puedes participar en su juego pero sin pasarte, es decir con ciertos límites. No les digas directamente que te está engañando, pero hazle ver que estáis jugando. Así se establece una complicidad entre vosotros y le ayudas a entrar y salir de su fantasía más fácilmente.
Todos los niños han cogido a un osito o un muñeco y lo han sentado a la mesa a comer o lo han acostado para dormir, jugando como si viviese de verdad, es decir mezclando la realidad y la fantasía. Pues esto es lo mismo, solo que en vez de jugar con un juguete físico, juegan con una persona que han imaginado.
Solamente debes cuidar algunos aspectos como por ejemplo que siempre prefiera jugar con niños reales antes que seguir jugando con su amigo imaginario y sin que se de cuenta, estar pendiente del tipo de conversaciones que tiene con su amigo imaginario. Para evitar que tenga un problema de aislamiento o de cualquier otro tipo. Si lo tuviese, el problema no sería generado por tener un amigo imaginario, pero si podemos valernos de este para detectar que tenga otro tipo de problema. Si percibes algo que consideras extraño, no te alarmes ni lo preocupes a él, dirígete a un especialista y que evalúe la situación.
Si has vivido un caso parecido y tienes dudas sobre este tema, quieres compartir una situación contando como la resolviste o simplemente tienes una anécdota graciosa con tus hijos sobre este tema, no dudes en escribir a pedagogiadehoy@gmail.com y compartirlo con nosotros.
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